La Policía está probando un nuevo sistema conocido como «radares en cascada»: frenar ya no sirve de nada

A menudo los conductores suelen estar atentos a la presencia de radares para levantar el pie del acelerador y no ser cazado. Inmediatamente después de la zona de peligro los usuarios de las carreteras, confiados, aumentan la velocidad.

La DGT han estrenado un procedimiento para identificar las infracciones de quienes circulen más allá del límite de velocidad permitido, se basa en poner un cinemómetro móvil unos metros más allá del radar fijo y sirve para pillar a los conductores que sobrepasen el límite de velocidad autorizado. Este sistema pertenece a una experiencia piloto que tiene como finalidad minimizar el número de accidentes en la carretera y moderar la excesiva velocidad en algunos tramosen las carreteras. No existe aún constancia de que la DGT vaya a adaptar este instrumento al resto de comunidades.

 

 

Frenar cuando el GPS o una app te avisa de un radar ya no sirve de nada: por qué

Frenar cuando el GPS o una app te avisa de la presencia de un radar no te servirá de nada si justo después aumentas la velocidad, ya que no podrías evitar una multa. Te contamos el por qué.

 

Durante los últimos años, tanto los nuevos sistemas de navegación GPS de los vehículos, como las nuevas apps que han aparecido y los nuevos avisadores de radar (los únicos dispositivos permitidos, ya que los detectores y los inhibidores de radar están prohibidos) se han hecho cada vez más populares entre los conductores europeos. En los tres casos –GPS, apps y avisadores-, estos dispositivos incluyen una base de datos oficial proporcionada por la propia DGT con la ubicación de los radares fijos de las carreteras españolas. Sin embargo, el “viejo truco” de aminorar la velocidad y frenar si alguno de esos sistemas permitidos avisa de la presencia de un radar podría no servir de nada al conductor para evitar una multa. A continuación, te explicamos el por qué.

Durante los últimos tiempos, cada es más frecuente que la DGT emplee en las carreteras españoles el denominado sistema de radar doble o de radar en cascada, que consiste en la colocación de un radar móvil/portátil justo unos metros después de la ubicación de un radar fijo. De esta forma, cuando los conductores vuelven a pisar el acelerador y aumentar la velocidad después de haber pasado el primer radar fijo, a continuación son captados o “cazados” por la cámara del segundo radar, en este caso, la del cinemómetro móvil.

Por todo ello, reducir de forma considerable la velocidad cuando un GPS o una app avisa de la proximidad de un radar fijo puede hacer que el conductor no evite la multa si justo después aumenta el ritmo de marcha tras rebasar el primer radar fijo. Con el sistema de doble radar o radar en cascada, lo que se persigue desde la DGT es que los usuarios de la vía circulen en todo momento respetando los límites de velocidad establecidos en cada una de las carreteras.

Por otro lado, si alguna de las cámaras de vigilancia o alguno de los agentes de tráfico detecta un frenazo injustificado de algún conductor por la presencia de un radar, si dicho momento es captado y grabado, podría ser motivo de la correspondiente sanción, ya que dicho automovilista ha podido poner en peligro con la maniobra del frenazo al resto de usuarios de la vía, pudiéndose producir un choque en cadena.

Al respecto y según los últimos datos disponibles de estudios recientes, al menos un diez por ciento de los conductores reconoce haber frenado de forma brusca al menos una vez ante la presencia de un radar fijo.

 

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